...venía a casa, a acostarme, a dormir, a descansar, pero mi mentón se alzó y vi la esfera rodeada de azul y negro, destellos imposibles salían del cuerpo opaco que nos cubre... y viniste a mi mente, primero tú, luego tu rostro, finalmente tu voz, mas no te hallé, mis dedos no sintieron sino la aspereza del volante, el frío del viento, las carnes ásperas de mis palmas, el vacío entre las falanges y las coyunturas, fue casi desesperación, fue la locura, el desengaño, la vergüenza, el horror... lo que tantas veces dio fuerzas a mi vida ahora eran dardos pequeños, como lancetas de avispa, lacerantes que insistentemente abusaban de mi inútil defensa... y no quiero ser la víctima, no me gusta ese papel en el cuento de mi vida, no quiero ser sino tu salvador, tu soporte y sustento, quiero vencer la adversidad para llevarte entre mis brazos, quiero ser merecedor de dormirme entre tus labios, pero la realidad se acusa firme y aplasta, porque es cínica, no le importa la emoción de los hombres, ni sus lágrimas ni su ardor...
Es eso lo que vi, lo que se mostraba por completo, es que te necesito, mas no estás aquí.
Es eso lo que vi, lo que se mostraba por completo, es que te necesito, mas no estás aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario