...y de la muerte nacieron las cosas nuevas, el alfa y el omega sucumbieron al encanto parcial de su belleza y el caos cantó con la lira de hebras de piel humana, apretando su estómago de rabia
viendo como se escapaba al ritmo de las notas agudas...
Ya no habrá mas mi señor aclaraba,
cuando aún nada había hecho,
mirándola a los ojos y frunciendo el ceño
sin decir algo, dándose por satisfecho...
Más aún la música no paraba
y los nudos cortados por las garras
habían visto el descanso en el alba, mas no calló
aunque la ira ya se notaba...
y pocos son los que cuentan esta historia,
menos aún son los que estuvieron y
ya pueden imaginar el resultado
de los que de ese abrevadero bebieron.
viendo como se escapaba al ritmo de las notas agudas...
Ya no habrá mas mi señor aclaraba,
cuando aún nada había hecho,
mirándola a los ojos y frunciendo el ceño
sin decir algo, dándose por satisfecho...
Más aún la música no paraba
y los nudos cortados por las garras
habían visto el descanso en el alba, mas no calló
aunque la ira ya se notaba...
y pocos son los que cuentan esta historia,
menos aún son los que estuvieron y
ya pueden imaginar el resultado
de los que de ese abrevadero bebieron.
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