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sábado, 15 de octubre de 2011

Cuanta mierda hay en mi.

Mierda!! leyendo historia europea, más allá de alimentar mi odio por esa escoria, mi corazón se estremece al sentir ese espíritu sobre mi en lo profundo de las células, ¿como abortar tal engendro? nacen nuevas razones para pedir disculpas y la duda de si es humano o si soy el hijo pródigo de una barbarie descontrolada y sangrienta que se alimenta de las bondades y almas de otros. Me siento como un vampiro y mi sed de libertad no es más que la cadena de sentirme desposeído de las infinitas riquezas que aún no tengo.
Ya no se si sé amar o lo que hago es tragarme las tripas de alguien mientras esté con vida, ya no se si tengo cariño o soy o es mi manera de acercarme a la presa que me dará alimento.

Soy descorazona, despiadado, maligno, y mi lengua está dotada del odio en las palabras felices y ya no quiero salir a la luz que emana del sol y que llenó de oro nuestras tierras, como recompensa del buen espíritu, como recompensa por bajar el paraíso a esta miserable tierra. Bendito el que me matase, maldita será su carne contagiada de mi inmundicia, llena será de yagas e infecciones, pero el cielo le está esperando.
Ahora está más calmo mi corazón, parece que la transparencia tiene sus efectos aún en los demonios, aún en los esbirros, ciegos seguidores de lo que está mal, y hambrientos de codicia.

Necesito el divorcio celular, necesito volver a las tierras, sacarme el decolorado estigma del europeo, de sentirse dueño de estas tierras que fueron sanas y que hoy son parte del infierno y la codicia, sonda con suero directo a las venas del wallstreet que hunde sus colmillos sobre si y sobre la cabeza de los indios.
Necesito matar, eliminar a los que me perjudicaron con sus genes incestuosos, porque no levantaré mi mano sobre mi, sino sobre los que me envenenaron, redimiré mi estructura no por bueno, no por malo sino por odio, vertiré mi avidez molecular y llenaré mis bolsillos de entrañas!!!!!!